domingo, 4 de septiembre de 2016

COMENTARIOS CRITICOS A LA PONENCIA MARCO DEL PSC - I

RE FUNDACIÓN SOCIALISTA ha recibido este escrito dirigido a los socialistas en los que se refleja una serie de puntualizaciones hacia la PONENCIA MARCO de referencia para el próximo Congreso del PSC.
Esa PONENCIA MARCO, absolutamente infumable en cuanto que plantea propuestas claramente antagonica con los postulados de libertad e igualdad, fue comentada en otra de nuestras entradas (ponencia marco).
Dado el volumen de material enviado hemos decidido segmentarlo en varios posts. Aqui el 1º:

Ponencia Marco del PSC
para el congreso de 2016
Unos comentarios crítico-constructivos

      1. INTRODUCCIÓN
  Hemos leído con atención el texto del documento denominado Ponencia-marco del XXIII congreso del PSC . Después de la lectura hemos considerado necesario realizar un análisis crítico de su contenido y efectuar un trabajo de interpretación y valoración de los planteamientos allí recogidos. En los momentos tan complicados que se viven en Cataluña y el resto de España es de gran utilidad las aportaciones que ayuden a clarificar elementos conceptuales nacionalistas que, de una forma implícita o explícita se están transmitiendo.
  Como gentes de izquierda consideramos que los viejos ideales de libertad, y de igualdad son la piedra angular sobre la que edificar una sociedad que se dote de un Estado de derecho que garantice los derechos vinculados a estos principios básicos. Sabiendo que sin igualdad no es posible la libertad, y que sin libertad es imposible la igualdad y conscientes que solo nuestro compromiso cotidiano en la mejora de nuestro entorno social, hemos de exigir democracia real,  transparencia para evitar la corrupción, mejores sistemas de distribución de rentas para garantizar el acceso a los servicios básicos de sanidad, educación.
No es posible construir un Estado de derecho que nos proporcione libertad e igualdad si se construye en base a identidades culturales. Las sociedades modernas son culturalmente  plurales pero el uso de las identidades culturales como arma política solo es útil a las oligarquías locales en cuanto que plantea un elemento de identificación que borra las diferencias de clases por un lado, y la ciudadanía crítica por otro.
  Transcribimos el texto con notas críticas añadidas por nosotros y desarrollados en el recuadro

   2. PONENCIA MARCO
1 :  TIEMPOS DE CRISIS
El Partit dels Socialistes de Catalunya se propone, con este XIII Congreso, encauzar la vía de salida de la etapa más dura y difícil que le ha tocado vivir en democracia, en la que ha sido sacudido por los impactos internos  (1) y externos (2) de una crisis que denota grandes disfunciones y carencias de nuestro sistema político (3).
(1)    Es preciso recordar que la crisis interna se produjo a partir de la deriva nacionalista de la dirección. En primer lugar dió lugar a una salida de cuadros y militantes, muchos d ellos cuales fueron a Ciudadanos. Una parte cualitativamente importante de cargos electos del PSC decidieron  contemporizar con las políticas nacionalistas impulsadas por Más, el hombre que meses antes había tenido que llegar en helicóptero al Parlament ante la ira popular por la política de recortes. Que los cargos electos se fueran, precisamente a organizaciones nacionalistas, nos debería dar una idea del criterio de selección interno del Partido a la hora de decidir la composición de sus listas electorales, en cuanto que refleja el divorcio existente entre los que detentan el control del Partido, la base militante y, sobre todo, los votantes del Partido.
(2)    Es obligado recordar que el factor crisis económica, como factor externo, es uno, pero que el momento de la fuerte crisis para el PSC vino precisamente cuando el mundo nacionalistas acelero maquinas e inicio un proceso de secesión que pretendía romper con la legalidad vigente. Y la crisis interna del PSC vino de ese elemento externo que actuó de catalizador para que algunos dirigentes de la organización, con gran peso, decidieran forzar la realidad interna.
 (3) Evidentemente el sistema político tiene muchas carencias y disfunciones, la clave de bóveda de ese problema dependerá del análisis que se puede efectuar. La lectura nacionalista precisamente habla que el problema radica en un desencaje de Cataluña en España. Habla de realidades diferentes, España-Cataluña. Habla de un déficit fiscal que exige una reorientación que garantice ordinalidad. Pero el PSC no es nacionalista ¿Por qué utiliza conceptos nacionalistas?
¿Que análisis  se realiza desde la izquierda?, La izquierda, el PSC, debería plantearse como poder profundizar políticas de redistribución que no hagan caer el peso de la crisis en los trabajadores. Debería potenciar en la política  igualdad entre todos los ciudadanos de este Estado de derecho que es España en lugar de formular divisiones que acaban facilitando que se avance en la desigualdad. Sabemos que intereses piden que se profundice en crear diferentes realidades,  y sabemos las consecuencias que tiene para las clases populares.
 En definitiva, el análisis ha de realizarse a partir de lo que ha sido el leitmotiv de la izquierda: la construcción de un espacio político que garantice derechos y libertades.

Una crisis que es, en buena parte, la crisis de la política que afecta a todas las sociedades democráticas de nuestro entorno(1). La crisis del modelo democrático meramente representativo, ante una ciudadanía cada vez más informada y más madura, con una creciente exigencia de participación y de corresponsabilidad. Incrementada por la crisis de confianza generada por la ignominia de la corrupción, que hace a la vez una exigencia exasperada de desinfección y de transparencia.
(1)   Un análisis que no nos puede hacer olvidar que lo que está ocurriendo en el resto de sociedades europeas, dentro de un proceso de regresión respecto a las libertades y a la igualdad. En un proceso constante de acumulación capitalista a costa de rentas de trabajo, todo en un proceso de construcción europea que se sitúa al margen de la capacidad de decisión y de los intereses de los ciudadanos europeos. Los dirigentes de la Unión Europea aplican una política neoliberal que están recortando los derechos sociales en sus respectivos Estados. Todo en un proceso en el que la falta de transparencia y de legitimidad democrática son los sellos de marca, con la corrupción como telón de fondo.

Y que es también, muy especialmente, la crisis del Estado democrático frente a la globalización de la economía y las finanzas y, con ella, la crisis de las políticas socialdemócratas, hechas a la medida de unos Estados que quedan por debajo de los flujos globales, impotentes para incidir y embridar los excesos( 1). Situación que denota la ausencia y la necesidad urgente de implantar, a escala europea y a escala global(2), el modelo socialdemócrata que se había implantado con éxito en el ámbito de los viejos Estados europeos: el modelo, hoy en riesgo, del Estado del Bienestar.
(1) Este reconocimiento de que los Estados son impotentes para poder superar los excesos, es clave para explicar precisamente algunos de los puntos que paradójicamente se plantean en el conjunto de la ponencia marco. Si se acepta que los Estados no tienen suficiente fuerza entonces se debería concluir que es necesario aglutinar a los ciudadanos en entes de mayor tamaño porque es la única manera de superar el poder de las grandes estructuras capitalistas
 (2) Se acepta la necesidad de que se actúe globalmente y resulta sorprendente la constante tendencia de pensar siempre en términos de construir una nación, en una posición localista que no es ni tan siquiera una mala lectura del principio de subsidiaridad, sino que es una consecuencia de las tesis de la ideologica nacionalista.
Es paradójico que se acepte esa globalidad, no solo la globalidad europea, y constantemente se esté resistiendo a aceptar lo que supone España, que es una realidad política ya construida y sobre la que los trabajadores podemos organizarnos para mejorar nuestras condiciones de vida, profundizar en nuestros derechos, mejorar en nuestras libertades.

Más  aún. Se trata también, en nuestro caso, de la crisis del Estado autonómico como vía para articular la relación entre Cataluña y España(1). La sentencia contra el Estatut(2), sumada al escamoteo de las “nacionalidades”(3) constitucionales y a la insuficiencia y la percepción de opacidad y falta de equidad del actual modelo de financiación y de inversión del Estado en Cataluña(4), así como la suma de despropósitos del gobierno del PP, han provocado en nuestro país un gran movimiento de afirmación nacional y de rechazo del actual modelo de relación con el resto de España(5). Un movimiento que ha sido parasitado por la operación de refundación de CDC, mediante la impostura independentista, y que reclama con urgencia una auténtica estrategia nacional que lo saque del callejón sin salida en que se encuentra y que le abra una perspectiva innovadora y viable.
(1) ¿De donde sacan que la crisis del estado autonomico es causado por la incapacidad de encontrar un modo de articular la relacíon de Cataluña y España? Esa afirmación tan común en los partidos nacionalistas resulta extraña en la medida que ya no están aquellos elementos que pedían una aceptación firme del PSC del programa que llevaría a la secesión.
Hablar de crisis del estado autonómico desde una óptica socialista debería exigir hablar de las tendencias lombardas inscritas en las tesis del déficit fiscal; del problema del calculo del CUPO vasco por las desigualdades entre ciudadanos que genera; hablar de las dificultades para el movimiento de trabajadores que implican las legislaciones lingüísticas restrictivas; hablar de recentralizar la administración sanitaria como una manera de facilitar una igualdad en los servicios médicos a la población ( eso redundaría en una mejora, al modo de cómo esta funcionando el sistema de trasplantes ); hablar del principio de subsidiaridad como vía que mejore el funcionamiento, ayude a la participación ciudadana; hablar de introducir medidas que evite la formación de intereses puramente locales para las diferentes élites económicas y políticas autonómicas.
NOTA: En un lenguaje menos nacionalista y basado en la realidad internacionalmente reconocida, seria más adecuado hablar del resto de España.
(2) La sentencia del Estatut, espantajo habitual del mundo nacionalista, no debería ser utilizado por un partido de izquierdas que proclama la primacía del ESTADO DE DERECHO y de la legalidad. En un Estado de Derecho jamás la izquierda puede poner en duda que una sentencia de un ente como el Tribunal constitucional no es parte de las reglas del juego que todos deberíamos aceptar. ¿Qué es lo que nos enseña esa sentencia? Esa sentencia nos indica que antes de pasar a referéndum un Estatuto debe pedirse primero la opinión al Constitucional y nunca al revés… Evidentemente eso es un disfunción que exigiría una adaptación del Estatut, algo que los socialistas deberían abanderar. Hay que aclarar que el Estatut que se presento ha sido aceptado en su mayoría de articulado, y solo algunos capítulos han sido afectados por la sentencia del TC.  Pero ,podríamos ir más lejos y plantearnos que necesidad había que un gobierno de izquierdas con mayoría del PSC elaborase una nueva propuesta de Estatut cuyo artículo fundamental es definir a Cataluña como sujeto soberano, afirmación claramente inconstitucional.
 (3) Decir que se escamotean “las nacionalidades” , es evidentemente una falta de respeto a la realidad, en un momento en el que el poder político catalán practica unas políticas culturales prácticamente separadas de las del resto de España, sobre todo en el terreno lingüístico. Es otro dogma que viene del mundo nacionalista.
(4) Hablar de insuficiencia, termino objetivable, junto a percepción, termino subjetivo, en un documento político, es confuso. Es evidente que la insuficiencia de financiación e inversión es común a todas las administraciones. Los socialistas catalanes han de actuar con el conjunto del socialismo en España para clarificar las necesidades de la ciudadanía y efectuar una distribución de recursos públicos acordes. Mirando solo una parte del territorio se traiciona el carácter universalista del socialismo. Y en el marco del socialismo español deberíamos colaborar con el resto de fuerzas de izquierda europeas con miras a controlar la política de financiación e inversión que está realizando la Comisión en el ámbito de la Unión.
(5) Hablar de un gran movimiento de reafirmación nacional sin recordar aquí el papel jugado por los medios de comunicación públicos, con un importante uso de propaganda política es  ocultar parte de la realidad, ya que resulta necesario para explicar lo que finalmente paso con el “éxito” de convocatoria de la movilización “nacionalista”. Sin esa propaganda constante y reiterada en los medios de comunicación públicos y privados (programas monotemáticos de TV3 fueron constante y machaconamente publicados en las televisiones de los hogares catalanes).
Hay que recordar que las subvenciones a los medios privados han sido considerables, y no es difícil sacar la conclusión de que hay una relación entre esa subvención y el mensaje que los medios transmitían de cara a agitar a la población, como no es difícil concluir que se consiguieron esas cifras de manifestantes (cifras que evidentemente fueros magnificadas por el mundo nacionalista) gracias a esa labor de propaganda pagada con dinero de todos.
El hecho de que a esas manifestaciones se haya dedicado dinero publico directamente o indirectamente explicaría en que grado se ha fabricado el problema.
Los socialistas deberían analizar más profundamente el mapa político territorial para entender cual ha sido la presencia de población en las citadas manifestaciones nacionalistas….
En definitiva ha sido un fenómeno nacionalista fabricado por el poder político que ha gastado ingentes cantidades de recursos públicos en ello.

Y, como consecuencia de todo ello, se trata también de la crisis del proyecto estratégico del socialismo catalán, en su voluntad para conducir Cataluña hacia nuevos escenarios de progreso, hacia posiciones avanzadas y de nuevo pioneras, y para articular la mayoría social y electoral que lo hará posible. Porque, si Cataluña ha pervivido a contracorriente de los sucesivos intentos de reprimirla y de asimilarla y si ha mantenido alta su capacidad integradora y su unidad nacional, ha sido porque ha sobresalido en espíritu innovador, porque su posición adelantada ha generado proyectos colectivos con los que la pluralidad de su ciudadanía se ha podido sentir identificada y hermanada.(1)

Desde la izquierda deberíamos hablar de que lo que se ha intentado reprimir ha sido las ansias de libertad y de mejora de las clases populares en unos momentos en los que los servicios básicos se han degradado enormemente -cierre de quirófanos y camas hospitalarias, presencia de barracones escolares y no substitución de profesorado en ILT.. etc-. Unos momentos en los que ha aumentado el paro y las prestaciones a los desocupados, en que muchas familias han sido expulsadas de sus casas por no poder pagar la hipoteca o el alquiler...
Ahora bien si hemos de hablar de que tras casi 40 años de sistema autonómico se siga utilizando el lenguaje victimista respecto a elementos simbólicos que son tradicionalmente territorio del nacionalismo es que en algo nos estamos equivocando. Quizás eso nos indica que parte de la crisis del socialismo catalán viene precisamente por esa percepción del votante de coincidencias de intereses con el mundo nacionalista, de derechas o de izquierdas (algo sorprendente.. ¿nacionalismo de izquierdas?).
Tras casi 40 años de políticas nacionalistas, cuando en cualquier espacio público dependiente de las administraciones catalanas (Generalitat, Diputaciones, Ayuntamientos….) esta ocupado por elementos simbólicos procedentes del ámbito nacionalista, con una presencia casi única de la lengua catalana, y con una lengua castellana o española referida exclusivamente al ámbito privado, hablar de intentos de reprimir y de asimilar una entidad –que no lo mencionan pero en Cataluña es una referencia constante a “La Nación catalana”-  es meterse de lleno en el mundo reaccionario del nacionalismo, Además que visto lo sucedido en todos estos años habría que concluir que esa “Nación” no solo no es reprimida y asimilada sino todo lo contrario.

2 : POR UN “NUEVO INICIO” DEL SOCIALISMO CATALÁN
Por estas razones, para superar las diversas crisis que afectan hoy nuestro país, el PSC se dispone a repensar y reformar sus políticas, a repensarse y reformarse a sí mismo. Lo que no es ninguna novedad. El socialismo democrático, la causa más vieja de todas las causas, heredera de los sucesivos movimientos de la humanidad por la libertad y la justicia, ha tenido que empezar de nuevo, de emprender “nuevos inicios” (en palabras de Willy Brandt), en muchas otras ocasiones. Y ha sabido hacerlo, ha sabido pulsar la tecla “Reiniciar” sin miedos conservadores, con generosidad, con altura de miras, superando vicios, inercias y humanas tacañerías, consiguiendo ser siempre la causa más joven y más innovadora. Esto ha sido posible gracias a la naturaleza antidogmática(1) de sus valores y de su manera de hacer, gracias a la capacidad de revisar planteamientos y de adaptarse a las nuevas necesidades, gracias a la condición no dogmática de sus convicciones.
—Ha sido así desde el socialismo “icariano” de la primera mitad del XIX,
—pasando por el auge del movimiento obrero y la creación de los grandes partidos socialistas en la Europa de finales del XIX; en Cataluña, con Les Tres Classes de Vapor, la UGT y la Federación Catalana del
—PSOE y con la ulterior creación de la Unió Socialista de Catalunya (USC),
—por la oposición a la deriva leninista o comunista y por un compromiso permanente con la causa de la libertad;
—por el intento de confluir con parte del movimiento libertario hacia la creación de un gran partido laborista catalán, frustrado por el asesinato de Salvador Seguí y de Francesc Layret a manos de los pistoleros de la patronal;
—por la creación del POUM, con su valiente y trágica denuncia del estalinismo;
—por el ensayo frustrado de reencuentro en el marco del PSUC, en 1936;
—por la creación del Moviment Socialista de Catalunya (MSC), en 1945, a partir del POUM;
—por proceso de unidad del socialismo catalán, a partir de 1974, iniciado con el proceso de Convergència Socialista de Catalunya y del PSC-Congrés y que culminaría conjuntamente con la Federación Catalana del PSOE en la candidatura “Socialistes de Catalunya” del año 1977 y el Congrés de la Unitat Socialista en 1978, que llegaría el PSC-Congrés, la Federación(2) Catalana del PSOE (en la que había confluido el PSP Català) y el PSC-Reagrupament; que, con la victoria de 1977, haría ineludible el retorno de la Generalitat exiliada; y que se convertiría en la garantía de la unidad civil de nuestro pueblo(3) contra todo intento “lerrouxista”: “Unidad socialista, fuerza del pueblo”, “Somos y seremos un solo pueblo”.
—por la labor que desarrollaría, durante años, consiguiendo la regeneración y dinamización de las villas y ciudades de Cataluña, con la culminación de 1992, que instauraría internacionalmente el “modelo Barcelona” y que, en ese momento, situaría en la retina del mundo la Cataluña abierta y avanzada que queremos.
(1) Si hablamos de antidogmatismo deberíamos cuestionar gran parte del discurso de esta mismo ponencia marco, dado que nos presenta una serie considerable de elementos  procedentes del ideario reaccionario del nacionalismo.
(2) Muchos socialistas no estarían de acuerdo en la forma en que se presenta este desarrollo del partido, en cuanto que omite información. Es necesario una exposición histórica que recoja otras sensibilidades del socialismo español en general y catalán en particular. En la distancia muchos socialistas ven un gran error del PSOE ceder al nacionalismo socialista, ese espacio social y electoral. El resto de fuerzas que confluyeron con la Federación Catalana del PSOE eran electoralmente testimoniales. El voto que se jugaba en ese momento era el proveniente de los diferentes cinturones obreros, que querían votar PSOE. Los dirigentes del PSC-PSOE  les decían que votarles a ellos era votar al PSOE, aunque el tiempo ha verificado lo contrario, porque han acabado finalmente en el espacios ideológico del nacionalismo. Los Maragall, los Serra. los Nadal  cuando hablaban de catalanismo, sin duda, se referían a nacionalismo. Los líderes del la F.C.PSOE fueron desapareciendo a favor de los provenientes de los sectores del nacionalismo-catalanismo socialista. La aplicación de filtros simbólicos, que se introdujeron a partir de la propia definición de catalanismo, fueron substituyendo las personas, provenientes del mundo obrero en su mayoría, por otras que, con una mayor formación, cumplían con los requisitos de catalanidad exigidos.
 (3) Unidad de nuestro pueblo solo es comprensible si implica la aceptación de la pluralidad cultural que compone ese pueblo. Cualquier análisis de lo que es Cataluña debería pasar por aceptar el principio de que es el conjunto de sus ciudadanos y no una entidad uniforme. No puede aceptarse que se pretenda una adaptación a un determinado modelo alegando razones históricas. La historia no legitima las acciones que se desarrollen en el presente, esas acciones deben legitimarse por si mismas desde postulados democráticos. En definitiva, la historia solo nos explica cómo se llega a una determinada situación y es partir de ella cuando decidimos si queremos mantener o cambiar lo que nos viene dado.
(4) A lo largo de esta ponencia ya vamos viendo que la confusión entre nacionalismo y catalanismo es constante. Se llega a la conclusión que cuando algunos hablan de catalanismo es para evitar presentarse ante el PSOE y ante su electorado como una organización que propugna similares puntos a los que caracteriza a los partidos de ideología nacionalista. El termino catalanista así definido se convierte en una cortina de humo para seguir ocupando un espacio que ideológicamente no les corresponde.
—por la participación en el gobierno socialista español, con el despliegue del Estado del Bienestar, la incorporación en Europa y la consolidación democrática;
—y por el gobierno catalanista y de izquierdas a partir de 2003, con su “catalanismo social”(4) y la reforma del Estatut, saboteado después por la derecha española.
Ha llegado la hora de volver a reinventarnos. De tener de nuevo la inteligencia, la audacia y la generosidad de replantear nuestra estrategia y la naturaleza del propio instrumento-partido, para ser fieles a nuestros principios socialistas y a la razón de ser del socialismo catalán: gobernar Cataluña para hacerlo avanzar hacia nuevas cotas de libertad y de justicia, de igualdad, de dignidad humana, de prosperidad, de seguridad, de realización nacional, de solidaridad, de europeísmo, de cooperación internacional.
 Insistimos que en un partido de izquierda hablar de realización nacional es someterse a un discurso que no le es propio. Cataluña es una sociedad plural, bilingüe y con identidades culturales diversas y complejas. En ese contexto hablar de realización nacional es mentar propuestas nacionalistas y aquellos elementos que invalidan precisamente el deseo de mayores cotas de libertad, justicia, igualdad, dignidad….